Diseño del blog

Juanito Valderrama: “El emigrante”, en una época en la que “no había emigrantes, sino exiliados”.

Juanito Valderrama
“El emigrante”, en una época en la que “no había emigrantes, sino exiliados.




En plena época Beat, el mismo mensaje pero con un sentido más natural.


Con “El emigrante” se convierte en  el primer cantautor que recoge los sentimientos, las alegrías y las penas de todo un pueblo. Sin ningún filtro burgués, intelectual o mercantilista. La acabo de escribir una noche en Tánger, tras reencontrarse  con el compañero que le salvó de morir en la batalla de Brunete.


Cuando la cantó para todo ese éxodo diseminado por medio mundo, el mensaje siempre fue de nostalgia de un país, que perdía todo ese capital humano por interés de unos, pero también perdía una forma de vida, su cultura. Vamos cojos pero algo queda, pero pocos lo ven.


No todo empezó con la nova canço, quizás si fueron los impulsores de la barbarie. Todo tenía un sentido y un pasado, y en 1949 con Franco ya estaban más tranquilos.


Juanito Valderrama le cantó en la cara a Franco (culpable de que tantos españoles se habían tenido que ir  y no podían volver, viviendo lejos de su tierra) la canción que precisamente hablaba de ellos, porque entonces no había todavía emigrantes, sino exiliados de nuestra tragedia por todo el mundo. Lo más fuerte es que pidió que se la repitiera.

“Yo me llamo Juan Valderrama Blanca y nací en 1916 en Torredelcampo, un pueblecito muy cerca de Jaén, donde de chico aprendí a cantar mientras cogía aceitunas en los hielos del invierno o cuando mi padre me llevaba al trato de las mulas que compraba y vendía a los gitanos por las ferias de los pueblos, con las calores del verano. Yo he cantado flamenco desde que tenía pantalón corto. Yo, que empecé impresionando mis cantes en placas de pizarra que se escuchaban en un gramófono al que había que darle cuerda con una manivela, que le decían “la maquinilla cantaora”, he grabado tres grandes antologías con la historia del flamenco que ahora se oyen en discos digitales. Mis cantes empezaron a sonar en radios de galena y ahora se oyen en la televisión por satélite. Conozco todos los estilos del flamenco, tengo grabados 700 cantes y he recorrido todos los teatros de España y del mundo durante más de 70 años de artista. He dedicado mi vida entera a cantar y a aprender de los grandes y creo que he conseguido en mi género lo máximo que se puede lograr.

El emigrante, 1949.


“Con El emigrante yo fui el primer cantautor que hubo en España. El primero que llegó al gran público con una letra que había escrito él mismo y donde se recogían los sentimientos, las alegrías y las penas de todo un pueblo.

Yo creo que he sido el único artista al que Franco, que era tan serio, le ha tocado las palmas y le ha pedido un bis.


Eso ocurrió en 1950, en una cacería de perdices en casa de don Francisco Aritio, en una finca cerca de Madrid. Don Francisco Aritio era uno de los más ricos de España, accionista de muchas empresas. Rico podrido, de aquellos capitales que se hicieron después de la guerra nuestra.


Y cuando llegó la hora de cantar, nos subimos arriba al escenario de aquel salón tan enorme el Niño Ricardo con la guitarra y yo. Y el maestro Quiroga abajo, al piano, que como estaba más acostumbrado a aquel plan del Caudillo nos daba confianza. Cada artista estaba cantando una canción solamente. Y yo, todo cortado delante de tantos uniformes y con Franco allí delante vestido de paisano, muy serio, mirándome muy fijo, le pregunté a Quiroga antes de subir:

– ¿Qué cantamos, maestro?

Y aunque el maestro Quiroga no había escrito aquella canción, seguramente se la pediría Fuertes de Villavicencio de parte de Franco, porque me dijo:

–El emigrante, Juan, por supuesto que El emigrante...


Hizo Ricardo una introducción a la guitarra, con el fondo del piano del maestro Quiroga, y allí delante de Franco, por culpa de quien tantos españoles se habían tenido que ir de España y no podían volver y tenían que vivir lejos de su tierra, me puse a cantar la canción que precisamente hablaba de ellos, porque entonces no había todavía emigrantes a Alemania con la maleta amarrada con guita, sino exiliados de nuestra tragedia por todo el mundo:


“Cuando salí de mi tierra
volví la cara llorando
porque lo que más quería
atrás me lo iba dejando.”


Me tocaron las palmas los que estaban en el salón, los ministros, los militares, la gente de la grandeza del dinero que estaba allí en la cacería. Y hasta Franco vi que me tocaba las palmas como él las tocaba, con desgana, como por lo militar.


Y me bajé del tablado, y Fernando Fuertes de Villavicencio, que no se nos quitaba del lado, me dio un empujón para donde Franco estaba:

–Cumplimenta a Su Excelencia, Juanito, venga, cumplimenta a Su Excelencia.

“Cumplimenta a Su Excelencia” era que lo saludara al hombre. Y me acerqué al Caudillo, y Franco me tendió aquella mano que te ponía con tanta frialdad, la manita así medio cerrada, sin sentimiento, y me dijo con aquella vocecita chillona suya:

–Valderrama, muy bonita esa canción, es muy patriótica...

–Muchas gracias, Su Excelencia, muchas gracias.


Y Franco se queda callado un buen rato, sin pronunciar palabra, mirándome sin mover un músculo de la cara, y de pronto va y me suelta:


–Valderrama, ¿usted serían tan amable de cantarla otra vez?


Yo me quedé más cortado todavía de lo que estaba. Yo no sabía dónde meterme. Yo pensé, muerto de miedo: “Esto es para enterarse bien de lo que digo en El emigrante y meterme preso...”


Y Fuertes de Villavicencio, con muchas carreras y muchos aspavientos:


–Venga, Juanito, venga, y tú, Ricardo, arriba otra vez, que Su Excelencia quiere oír esa canción otra vez...


Y le tuve que hacer un bis a Franco. Subió Ricardo otra vez al escenario con la guitarra y se puso el maestro Quiroga otra vez al piano y canté otra vez El emigrante.


Mientras la cantaba por segunda vez no se me quitaba el mosqueo. Seguía pensando: “¿Qué va a pasar ahora como este tío se entere bien y ya no le parezca tan patriótica? ¿Pensará de buenas o pensará meterme en la cárcel?"

Fotografía: En la cárcel de Carabanchel (Madrid), durante su actuación, en 1945, para los presos políticos.


"Y en mi miedo y en mi extrañeza me acordé de la noche en que terminé de escribir El emigrante.


El estribillo se me había ocurrido en una gira por el norte, un día que estábamos actuando en un teatro de Ponferrada y el Niño Ricardo me hizo a la guitarra una falseta preciosa, acompañando unos versos que yo recitaba. Una falseta con una melodía que me dio casi escrito el estribillo de la canción, de sentimiento que tenía:


“Adiós, mi España querida,
dentro de mi alma te llevo metía”


Pero la letra de la canción entera la terminé de escribir mucho después, y de un tirón, como si me la fuera dictando mi propio corazón, en la misma turné, después de aquella noche moruna tan española en que vi las lágrimas de los exiliados españoles en Tánger.


Tánger entonces era como un París en chiquetito, era internacional. Aquello ni era de España como Tetuán, ni era de Francia como Casablanca. Lo llevaban las grandes potencias que habían ganado la Guerra Mundial y allí se hablaban todos los idiomas y se practicaban todas las religiones; aparte de la católica y la mahometana estaban los judíos, estaban los indios, estaban los protestantes ingleses y americanos, y cada cual cerraba su comercio el día que en su religión se lo dedicaban a su Dios, unos el viernes, otros el sábado, otros el domingo.


En Tánger se respiraba la libertad a cuarenta leguas.


Tánger era entonces un emporio, y completamente libre, con comerciantes de todas las naciones, con templos de todas las religiones, sin curas ni militares por las calles, con unas avenidas impresionantes. Todo eso, viniendo de una España donde todavía había cartillas de racionamiento hasta del tabaco, la cartilla de fumador, era un contraste tremendo.


Y allí a Tánger, buscando esta libertad y esta prosperidad, se fueron muchos españoles después de la guerra, huyendo de Franco, de la cárcel o del fusilamiento, y allí se buscaron la vida y se establecieron. Y éstos eran los que iban a verme al teatro, como iban a verme también algunos moros.


Todo el dinero del mundo estaba en Tánger, circulaba el dólar, el franco, la libra esterlina. Tánger era el emporio. El teatro se llenaba tarde y noche, el teatro Cervantes. Y mientras, los discos míos sonando todo el día en Radio Tánger, con Madre hermosa, y la foto mía puesta en el España de Tánger, que era el diario en Español que había allí, donde estaban trabajando muchos periodistas nuestros que se habían tenido que ir de Madrid cuando la guerra.


Y a mí me llegó muy hondo saber que allí en el teatro Cervantes donde íbamos a actuar se había acabado el papel porque Tánger estaba atestado de españoles que se habían tenido que ir después de la guerra. Yo los vi llorar allí en la puerta del teatro, agarrados a mí, rodeándome cuando entraba para los camerinos por la puerta de artistas:

–Juanito, que yo soy de Málaga, a ver si me dedicas un cante...

–Que yo te oí cantarle a mi batallón en Andújar...


Y uno de los que se acercó fue precisamente el que me salvó de morir en la batalla de Brunete, como tantos muchachos de mi pueblo movilizados, cuando me dio el carné de la CNT y me metió de soldado en Fortificaciones: Carlos Zimmerman. Este anarquista, que había sido el jefe de la CNT en Jaén, el que tanto me protegió, había podido escapar de España después de la guerra, si no, lo fusilan. Se había orientado allí en Tánger y trabajaba como perito electricista, que era su profesión. Nos vimos, nos abrazamos y nos hartamos de llorar los dos, porque los dos sabíamos que él no podía volver a España mientras viviera Franco.


A mí me pareció que media España estaba allí, refugiada en Tánger, en esa emigración forzosa, con esa emoción que vi luego en el teatro, todos en pie aplaudiendo los cantes de España, sin colores, sin bandos, con lágrimas en los ojos. Allí ni se decía nada en contra del régimen de Franco ni a favor de nadie. Nada más que llorar recordando nuestra tierra:

–¡España, España!


Y la guitarra, y el cante, y los oles. Aquello no era ni de Franco ni de la República. Aquellos hombres eran de España".

Eran España misma. Eran el recuerdo de la tierra que habían tenido que abandonar. Su España querida.


Y a mí aquello me llegó tan hondo y era una verdad tan dolorosa, que al llegar al hotel por la noche, después de pasar por aquellos sitios del Zoco Grande, por los cafetines del té moruno, todos oscuros, las calles tan estrechas, la otra parte de Tánger, la mora, no la internacional, cogí un papel y me puse a escribir toda la canción que me faltaba, porque hasta entonces el Niño Ricardo y yo nada más que teníamos compuesto el estribillo. La hice de un tirón.


Cuando la estaba escribiendo en el hotel, yo estaba viendo todavía a aquellos hombres llorar en la puerta del teatro Cervantes, y sus lágrimas, y sus lamentos:


–Mi España, Juan, y mis hijos, que se quedaron en Cartagena...


Aquello se me metió a mí tan dentro que hizo que brotara sola la canción:


Y mientras en la fiesta de la cacería de perdices de aquel caserío tan señorial de San Martín de Valdeiglesias le estaba cantando el bis de El emigrante a Franco, las lágrimas de aquellos hombres exiliados no se me podían a mí quitar del pensamiento.


Aquellos hombres de Tánger que al oírme cantar se estaban dando cuenta con sus lágrimas que habían perdido para siempre nuestra España querida”.


“Juanito Valderrama: mi España querida”, de Antonio Burgos, se publicó el 5 de febrero de 2002. Editorial La Esfera. 

En su gira por Melilla, en 1936, le acompañaron Alfonso “el Chozas” (dcha.) y Paco Flores (sentado).

Por Candido Alvarez Sabin 08 abr, 2024
EL KIKI “ No soy un Cantaor de silla ” Santiago Cortiñas Barrul Kiki Cortiñas, no es un Cantaor de silla lo que le da unos matices y maneras que lo hacen un Cantaor original. También cabe destacar su labor como compositor, músico y productor. ¿Para cuándo su trabajo discográfico? “Es muy importante aprender de lo antiguo porque ahí está la verdad ” Santiago Cortiñas Barrull nace en el seno de una familia gitana en Lugo, 1985, criado en el barrio de Fingoi, vive hoy a más de mil kilómetros en Almería casado con una hija de Tomatito, del Atlántico al Mediterráneo. "Como tengo hijos pequeños compongo cuando voy de compras al Mercadona" Empezó componiendo en el desván de su casa con el multipistas de su tío, en lo que no queda dentro de los territorios flamencos oficiales, Lugo. En el 2019 “De Verdad”, de José Mercé y Tomatito, fue nombrado mejor álbum flamenco en los premios Odeon, firmó diez de los once temas. José Mercé resalta su gran colaboración: " Es una maravilla y nos está ayudando muchísimo. Nos ha hecho muchas cosas. Siendo tan joven nos está enseñando mucho a los dos ” El Kiki se inició con cuatro o cinco años cantando en el Culto de la Iglesia Evangélica de su barrio, como es tradición en su familia. Allí empieza a aflamencar las canciones para Dios y las empieza a sentir desde una forma personal, el Pastor ya le da un papel protagonista en el Coro. “Me inicié cantando en la iglesia evangélica de Lugo. Tenía cinco años. Iba al Culto con mis hermanos, mis tíos y mi familia”. Su otra gran influencia le llega por su familia, el Flamenco está en la casa y en las fiestas que celebran. “Cuando tenía cinco o seis años el disco que se escuchaba en la casa era el último de Camarón que era Potro de rabia y miel (1991) o Zyryab (1990), de Paco de Lucía. Yo creí con esa revolución, protagonizada por esos dos genios. Me tocó otra época de mayor fusión, pero después te enteras que existe una tradición y unos cánones. Eso tiene que estar presente siempre, igual que saber que estos dos genios nos abrieron paso a las músicas del mundo, abriéndonos al jazz, al rock, a la literatura, a todo”. Otra puerta a la que entró como niño fue la escena musical gallega, allí descubre otros estilos, el Jazz entra en sus códigos. “Debuté en el Clavicémbalo, un club de música en directo de Lugo, con 9 años, con Cuchús Pimentel”. “Músicos como mi amigo Telmo empieza a hablarme del jazz, lo escucho en el Clavicémbalo,... Ella Fitzgerald, West Montgomery, Path Metheny,... Lo que me cuesta más entender es el free jazz por su sistema para improvisar”. “Sonoramente. Me ayuda mucho en las transiciones. Aunque yo no sea consciente, está ahí”. ¿Cuál fue el repertorio? “Cosas de Camarón, sobre todo. Temas de los discos que había hecho con Paco de Lucía. Lo que escuchaba en casa. Entonces nos parecía normal. Mucho después me di cuenta de que eran dos genios, dos personajes que marcaron época”. La escena musical del flamenco y el jazz se dejan seducir por El Kiki, graba unas cintas y estas empiezan a salir de Galicia. “Con ocho o nueve años me escuchó Antonio Carmona de Ketama y me llevó a una sala mítica de Madrid, la Caracol. Después me grabaron un disco con once años y hasta hoy”. En 1996 graba su primer disco “Mala suerte”, en Santiago de Compostela con Clave Records, con 9 temas: Mala suerte (tangos); Prohibido (bulerías); De menos (soleá); Consuelo (tanguillo); Rumba para José; Alegrías de mi tierra; Se me acabó el cante (fandangos); Canción del olvido (bulerías); Martinete. Le acompañan: Jesús Pimentel "Cuchús", guitarra flamenca, eléctrica; Marcos Teira, guitarra flamenca; Pedro Onieva, cajón, tabla, bongos. A partir de ese momento empezará su carrera como solista que sólo se vio interrumpida un tiempo debido a los cambios de voz. “Cuando Josemi Carmona me llamó en 2011 para acompañarle en la gira de su disco “Las Pequeñas cosas” me dio una alegría que le agradeceré todo la vida". “Mi primer concierto en Madrid, con 9 o 10 años, fue en la sala Caracol, que llevaba Antonio Carmona, y Josemi vino a verme. También vinieron a verme cuando presenté mi primer disco, con 12 años” “Josemi lleva tiempo comentándome el proyecto del disco y su deseo de que esté en su banda. Es un orgullo que cuente con mis servicios musicale”. Josemi Carmona le eligió para que le acompañe en la gira de presentación de su primer disco, “Las pequeñas cosas'” (Universal Music), se ocupó de la voz principal y de tocar la guitarra en los conciertos del músico madrileño. “Somos compatibles porque no solamente es flamenco, son también otras músicas”.
Por Candido Alvarez Sabin 25 mar, 2024
Suena La Pena El Cante para hasta los Pasos de la Semana Santa Era la Semana Santa del ochenta y siete. Por destinos de la vida me vi involucrado en el desfile a paso lento de la Infantería de Marina, San Fernando, un acto meticulosamente orquestado y pautado, uno de los pocos capaces de pararlo es el Cante. En el flamenco Manuel Torre, a través de sus sonidos negros, fue uno de los pioneros, le siguió el camino Agujetas. La Pena Sonora Contaba su hijo Tomás Torre que estando Manuel en el balcón de la casa de Don Eduardo Miura una mañana de Viernes Santo, al aparecer en la calle la Sentencia empezó a cantar Manuel con su voz densa y nasal una saeta, con tal enjundia que cuando acabó, la multitud congregada en la plaza de la Encarnación no sabiendo como expresar sus emociones y no pudiendo (estamos en Semana Santa) aplaudir ni vitorear, empezó a agitar pañuelos blancos en emotivo y silencioso homenaje al cantaor. Un gitanillo que le acompañaba, le dijo a Manuel señalándole a Eduardo Miura: “Fíjate, primo, con la “malage” que gasta criando toros y ahí lo tienes que lo has hecho llorar” Ricardo Molina completa el cuadro y comentaba que a Manuel se le atribuye ser el causante de la costumbre sevillana y andaluza de mecer los pasos de la Semana Santa. Dicen que en una ocasión cuando el Torre cantaba una de sus estremecedoras saetas y el capataz dio orden de iniciar la marcha, los costaleros levantaron el paso, pero sin avanzar y lo siguieron moviendo a ritmo, en el mismo sitio, para poder escuchar bien la saeta del cantaor jerezano. Según Juan Talega, su voz tenía un “sonío” que se metía en la cabeza y su eco te duraba tres días. Lo que es indudable es que, como mínimo, conseguía que quien le escuchaba acabara llorando a moco tendido.
Por Candido Alvarez Sabin 11 mar, 2024
Tanguistas, Guiris, Valdepeñas, y Tira p'alante Nou de Sant Francesc y Ginjol, otra ruta flamenca por Barcelona. La Buena Sombra, La Macarena, Los Cabales y Casa Matías. El Convento de Sant Francesc y restos de las murallas desaparecieron en el siglo XIX y sobre él surgió un nuevo núcleo de ocio emergente en Barcelona. Con las obras de reforma de la Rambla afloran los restos del antiguo convento de Sant Francesc, fundado a principios del siglo XIII por los franciscanos tras los pasos de Francisco de Asís, quien camino de Santiago de Compostela, se alojó en el hospital de Sant Nicolau de Bari, ubicado en los terrenos de la actual plaza del Duc de Medinaceli. Fue en este lugar donde la orden religiosa decidió construir su sede y así nació otro convento, antes de Santa María del Mar, la otra Catedral del Mar barcelonesa, acabó derruido a mitad del siglo XIX, nacía el flamenco convirtiéndose en una oferta turística desde el primer momento y lo “pecaminoso” iba a dominar la noche. La zona se acabó convirtiendo en nuevos edificios de viviendas, reconvirtiendo la zona entre la plaza real, las ramblas y la plaza del Duque Medinacelli, en el laberinto del ocio, con epicentro en lo que es hoy la plaza Joaquim Xirau, en sacrificio de las calles Ginjol y Pasaje del Banys. La degradación sufrida en la postguerra civil en lo que se conoció como Barrio Chino desplazó el ambiente, con él los locales flamencos más vinculados al turismo, al otro lado de la parte baja de la Rambla, a la zona de Escudellers, la plaza Real y los callejones de ese radio. La ruta de muchos turistas, aficionados y famosos en la noche de Barcelona de la postguerra, en convivencia con todo el alterne permanente de vendedores ambulantes, donde encontraban el sitio idóneo donde colocar sus mercancías: caricaturistas, vendedores de tabaco, cerillas, flores, lotería o cualquier suvenir , con profesionales del burle: carteristas, camellos, tanguistas, adivinos, timadores, profesionales del juego o la prostitución, todos-todas, y alguno más, ofrecían servicio todas las noches acompañados, en gran parte de locales de artistas flamencos, fueron las noches de Ava Gardner, Robert Mitchum o John Wayne, por Barcelona.
Por Candido Alvarez Sabin 08 mar, 2024
Como en pocos lugares La Niña de los Peines, entrevista en las Ramblas. Noticias del Flamenco en Barcelona,Francisco Hidalgo Francisco Hidalgo Gómez, natural de Posadas (Córdoba), en 1974 se trasladó a Cataluña, donde sigue residiendo en Cornellá, donde, además de su labor docente, desarrolla una intensa actividad cultural, social y política. El flamenco, desde una perspectiva barcelonesa, y Carmen Amaya, han sido algunas de sus premisas, en sus libros vuelven a abrir sus puertas los legendarios Cafés Cantantes, volvemos a sentir el latir de las más míticas figuras y participamos de ese arte que alcanzó cuotas insuperables en las calles y locales de Barcelona. Recupera una parte de la memoria perdida, otra dimensión de la historia barcelonesa. En “Como en pocos lugares. Noticias del Flamenco en Barcelona”, Francisco Hidalgo revive la época más fructífera de este arte y sus artistas, podéis encontrar sus obras publicadas en Ediciones Carena. De su mano nos trasladamos a la parte baja de la ciudad de principios del siglo XX.
Por Candido Alvarez Sabin 06 mar, 2024
DUQUENDE "Mi forma de vivir" ALMA100 Alma100 fue una revista musical, de distribución gratuita, con artículos rigurosos que plasmó durante unos diez años lo acontecido en el mundo del flamenco, a través de entrevistas, reportajes, reseñas de: espectáculos, discos o libros… Sus directores fueron: Javier Primo y Keiko Higashi. Con motivo de la publicación del disco del cantaor catalán: DUQUENDE "Mi forma de vivir" (K Industria Cultural 2006), Alma100 incluyó una entrevista donde habla de su nuevo trabajo, en un momento de apogeo tras sus giras con el grupo de Paco de Lucia. Desde Can Puiggener (Sabadell) Once cantes, grabados a su gusto, en Barcelona y rodeado de un personal mayoritariamente local, la guitarra de Chicuelo, el bajo de Benavent, la trompeta de Raynald Colom, la percusión de Roger Blavia y Piraña, y Niño Josele, también procedente de las filas de Paco, que colabora en una de las tres bulerías del disco.
Por Candido Alvarez Sabin 01 mar, 2024
Jerez y/o Salamanca Rafael Farina y La Paquera 7 noches en el Teatro Calderón Rambla Cataluña (Bcn): 1965 El Teatro Calderón, estuvo situado en la esquina de diputación con rambla Cataluña, allí presentaron el espectáculo: “Bronce y solera”, como cabezas de cartel: La Paquera y Rafael Farina, entre otros destacados artistas. El teatro con un aforo de 1500 personas contaba, con otros espacios, como el Cine Cristina y una sala de fiestas que en su última etapa fue el Teatro Candilejas. El teatro cerró sus puertas en 1967, dos años después de .las 7 noches del espectáculo “Bronce y solera”. Corrían tiempos de cambios y una tremenda influencia llegaba particularmente desde Hollywood, que hizo de la blanco, negro. Otro concepto del espectáculo se nos venía a imponer, a pesar de ser el génesis creativo de su imperio de tendencias del espectáculo. El elenco artístico contaba con las atracciones: Merci Peña, Fernando Esteso, Elena y Antonio, Presentación Palacios, Los Monosabios, Jesús Perosanz, el ballet Los Tarantos con su cuerpo de baile, Luis Flores, Margari Méndez, Moraito de Jerez, Vargas Araceli y la colaboración de Esmeralda Mistral. La coreografía de Luisa Pericet y la orquesta dirigida por el maestro César Antolín. Entre estos encontramos: cómicos, chirigotas, cantantes de otros estilos en boga en ese momento, orquesta… y flamenco, los espectáculos con los que triunfo por toda América Carmen Amaya, se acompañaba de Jotas o Muñeiras.
Por Candido Alvarez Sabin 27 feb, 2024
Flamenco en San Gervasio 1958: La Paquera, El Terremoto, Morao y la Chunga para el Ministro de Comercio Británico de mano de la burguesía barcelonesa. Sant Gervasi de Cassoles, se anexionó a la Barcelona en 1897. Próximo a Collserola y con especiales condiciones naturales, con un terreno cuajado de fuentes y zonas verdes, convirtieron estas zonas rurales en un espacio residencial de las clases acomodadas. En una de esas humildes moradas en junio de 1958 y publicado en La Vanguardia, una noche de flamenco en Barcelona.
Por Candido Alvarez Sabin 17 feb, 2024
Farruco  y su caja de ritmos: los caballos, en las antípodas de los loops x bulerías, mientras el Campo va agonizando. “No me gusta los que hablan de evolución y fabrican el baile como si fabricaran plástico. Si no hay esencia, sabor, memoria y arte, todo es plástico, mentira... mucho estudio y mucho ensayo". Estos días que se habla del Campo hemos de recordar la aportación de este a nuestra forma de vida, para el bailaor Antonio Montoya Flores, El Farruco, todo esto estaba presente, particularmente los caballos, como su baile de medio lado y sus remates. “Yo no he pasado por estudio de ninguna clase. A mí me han enseñado a bailar los caballos, soy el bailaor más autodidacta que hay, he creado mis propios bailes, y me siento orgulloso de eso”. Sin el Campo y su conexión natural, no habría ni orquestas, ni templos, ni universidades, ellos son la base de nuestra cultura. Sin la interacción con animales, plantas y el medio, durante el paso de las generaciones, no estaríamos Civilizados, ni hablaríamos de Flamenco. ¿Quién? lo hizo posible. Quién desarrollo toda la variedad de animales y plantas, en armonía con el entorno; observando, deduciendo, reunidos alrededor del fuego y las estrellas, crearon una fantasía, no había expertos, había Campesinos, normales y corrientes. Ellos crearon, también, la Música. Desde que cada día hay más expertos que farrucos y, por supuesto, que farrucas, todo parece plástico. Pero los farrucos, hoy, siguen observando: “Nuestros abuelos todo era cultivado y criado natural. Aquí el campo está difícil con la plaga de jabalís, es imposible lograr cultivar patatas, centeno, maíz,.. tampoco poder recoger las castañas o manzanas naturales. Los castaños enfermaron con la sequía,… Qué pena Cierto, castaños centenarios que sacaron mucha hambre de la gente y los animales”. Hoy los que adentran en el flamenco utilizan bases creadas mecánicamente para estudiar toda esa locura de patrones, estilos y variedades rítmicas. Sí hacemos un símil con el Flamenco y el Campo los dos se están secando y ambos saben funcionar sin máquinas. Farruco y su cajón de ritmos: los caballos. “No se me mete que yo esté bailando por soleá y haya un violín, una flauta o una caja. Si la caja soy yo, soy el tambor con mis pies. ¿Y para qué necesito una flauta?, si no soy ilusionista de cobras”. Contaba que aprendió a bailar en el vientre de su madre: "Imagínate a aquella gitana con el lío, los caminos, las canastas, y yo por dentro.... Hacía la cuca, ese salto que dan las caballerías cuando se ponen farrucos”. Gitano canastero, se definía como un completo autodidacta y aseguraba que fue dibujando su personal baile al compás que marcaban los caballos que le trasladaron por los caminos de la vida ya desde niño. El caballo tiene tres formas básicas de desplazarse: paso, trote y galope, cada una con un equivalente rítmico. Paso: Es el aire natural del caballo más lento, es equiparable al ser humano caminando, éste se desplaza a cuatro tiempos. Trote: Hay muchos tipos de trote, aunque todos respetan los dos tiempos, es un aire de velocidad intermedia, con un aire saltado porque hay momentos en que el animal no toca el suelo. Galope: A correr, es el aire natural más rápido, es a tres tiempos. Con la combinación de esos patrones rítmicos, la elegancia del caballo y sus conocimientos familiares de estos, como del Flamenco, creo su baile personal, sin escuelas, ni expertos. “Lo que bailan los muchachos que están saliendo ahora está más cerca del clásico español, no tiene casi nada que ver con el flamenco-flamenco. Yo, a lo mejor, no soy capaz de dar seis piruetas, porque no lo he ensayado ni me lo han enseñado, pero uno de éstos no podrá dar la vuelta flamenca en la vida. Se puede caer de espaldas y partirse siete costillas. Equivocan al público. Ensayan hasta la sonrisa. Hay muchachos que, con la tercera parte de la fuerza que emplean, podrían hacer barbaridades. Parece que se están peleando con las tablas” El Flamenco como el Campo sin su comunión con lo natural no tiene mucha sustancia, ambos vienen de un proceso de observación transmitido por nuestros antepasados y que poco a poco se va dejando morir, lo que no tiene mucho sentido a no ser que estemos dispuestos a comer pienso o plástico.
Por Candido Alvarez Sabin 02 nov, 2023
CARMEN AMAYA Google Dooble Parlem-ne Google, hoy 02 de noviembre de 2023, dedica su Doodle a Carmen Amaya. y una entrevista, desconcertante, en su participación en La hija de Juan Simón El Google Doodle destaca acontecimientos importantes y personas que no siempre son bien conocidas, pero que son significativas para diversas comunidades de todo el mundo. Hoy, 2 de Noviembre, recuerda su legado en el 110 aniversario de Carmen Amaya. Que dice hoy Google para evidenciar su legado: “ Carmen Amaya cumple 110 años 2 de noviembre de 2023 El Doodle de hoy, ilustrado por la artista invitada Genie Espinoza, radicada en Barcelona, rinde homenaje a la bailarina romaní española Carmen Amaya. Considerada una de las mejores bailaoras de flamenco de todos los tiempos, la energía y personalidad ilimitadas de Amaya se manifestaban en cada uno de sus movimientos. Amaya nació un día como hoy de 1913 en Barcelona. Nació en una larga línea de bailaoras de flamenco. El padre de Amaya era guitarrista y, a los cuatro años, ella bailaba en tabernas y bares mientras él tocaba. Después de recorrer lugares del vecindario durante años, el expresivo estilo de baile de Amaya llamó la atención de un showrunner de variedades. La contrató en lugares prestigiosos como el Teatro Español de Barcelona y el Teatro Palace de París; este último se convirtió en un elemento básico de su carrera. En 1929, Amaya comenzó a realizar giras por España y Portugal con algunos de los bailaores de flamenco más respetados de la época. El baile flamenco tradicionalmente se centra en el movimiento de la parte superior del cuerpo, pero Amaya utilizó todo su cuerpo. Su rápido juego de pies se volvió icónico y le ganó fanáticos en toda América Latina. Finalmente se instaló en Buenos Aires y fundó su propio grupo de flamenco. Hicieron giras por todas partes, desde Cuba hasta Brasil. Después de una década viajando, Amaya se mudó a la Ciudad de México. En 1941, actuó en Nueva York y se hizo fan del presidente estadounidense Franklin D. Roosevelt, lo que resultó en una invitación a bailar en la Casa Blanca. Amaya pasó el final de su carrera en Hollywood y actuó en películas como La Historia de los Tarantos. Amaya ha sido honrada de muchas maneras, incluido el gobierno de España le otorgó la Medalla al Mérito Turístico de Barcelona y el Parque Montjuic de Barcelona cuenta con un monumento y una fuente en su honor. El legado de Amaya vive en los vericuetos de los bailaores de flamenco de hoy. ¡Feliz cumpleaños, Carmen Amaya!”
Por Candido Alvarez Sabin 21 oct, 2023
LA MERCÈ DEL 1987 PESCADILLA, CHIPEN y ESTRELLAS DE GRACIA GATO PEREZ, alma y espíritu de la concentración musical La Mercè es patrona de Barcelona y se celebra en 25 de septiembre, en la Habana Vieja, sus fieles vestidos de riguroso blanco, también le rinden tributo a Obatala, obsequiando con flores, blancas, a la virgen de la Iglesia de La Merced habanera. Ese sincretismo prendió la candela: La Rumba. Nos transportamos a la previa de una noche de Obatala en Barcelona por 1987, de la mano de Marcos Ordoñez y Gato Pérez, según artículo del ABC, sección espectáculos del 20-9-1987. La fotografía de El Pescadilla es del gran fotógrafo Jordi Pol.
Más entradas
Share by: